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Orientación vocacional para adultos

 

¿Un adulto puede necesitar orientación vocacional?

  Habitualmente entendemos la orientación vocacional como un proceso de apoyo a adolescentes, especialmente en esos momentos en los que tienen que pensar en lo que desean hacer con sus vidas, después de terminar una etapa educativa, y cuando tienen que definir qué carrera van a estudiar. Ahora bien, desde SENS hemos visto que el proceso de orientación vocacional es también una excelente herramienta para aquellos adultos que necesitan detenerse a evaluar las decisiones ya tomadas y replantearse su proyecto de vida, abriendo así un espacio para cuestionarse si realmente desean seguir por el camino que ya transitan o si, por el contrario, les conviene redireccionar su vida laboral. 

 

¿Cuándo un adulto necesita este apoyo?

  Hemos detectado que durante la adolescencia muchas personas no cuentan con el suficiente apoyo y orientación al elegir la carrera que mejor se adecúa a sus capacidades e intereses. Esto genera que, al transcurrir los años, surja la apatía en el ejercicio de la profesión, siendo necesario -en esos momentos- iniciar un proceso que permita identificar el mejor camino a seguir. 

  Así mismo, pueden producirse determinadas crisis en la vida personal y profesional que impulsen cuestionamientos acerca de las decisiones tomadas. Por ejemplo: la pandemia generada por el covid-19, con todas sus implicaciones y consecuencias, fomentó que muchos profesionales se plantearan si el trabajo que habían realizado durante toda la vida era el que querían mantener. Terminó abriendo espacios para pensar en si la actividad laboral desarrollada estaba en sintonía con los valores, la filosofía de vida o si más bien ya era el momento de buscar un cambio. 

  Por otro lado, hay personas que sí consideran que han elegido la carrera adecuada y están a gusto con el entorno laboral en el que se desenvuelven; pero sienten que desean comprender con mayor profundidad su perfil profesional, analizar sus competencias, identificar lo que más les motiva y entender cuáles son sus fortalezas, utilizando todo esto como elemento que permita la consolidación en una posición o, más aún, el crecimiento dentro de las áreas en las que se desempeñan. 

  De esta forma vemos que, a lo largo de la vida, se pueden dar diferentes momentos que inviten a reflexionar acerca de las decisiones tomadas, para saber si se debe continuar o cambiar de sendero. Recibir orientación de tipo vocacional ayudará a encontrar esas respuestas y superar las situaciones vertiginosas que puedan presentarse, de manera de construir (incluso, reconstruir) un proyecto de vida sustentándose en cimientos sólidos. 

¿Cómo es la orientación vocacional para adultos? 

  Es un proceso de análisis en el que utilizamos diferentes herramientas y pruebas psicológicas que nos aportan información sobre las aptitudes, intereses, motivaciones y fortalezas. Posterior a esto, se analiza detalladamente -con el paciente- su perfil, creando un espacio de acompañamiento y reflexión que le permitirá redescubrirse, entenderse y desprenderse de falsos pilares, para así fijar nuevos objetivos, ajustados a sus necesidades y deseos. 

  De esta forma, paciente y orientador trabajan en equipo, evalúan o diagnostican el presente y se abren a la posibilidad de rediseñar la vida personal y profesional, con el fin de superar las situaciones o esas crisis que han promovido el cuestionamiento inicial. 

 

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