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¿Por qué es tan difícil tomar decisiones? Te contamos 3 razones

En la consulta psicológica es frecuente encontrar casos de pacientes que solicitan orientación para tomar decisiones porque se encuentran en un momento de la vida en el cual se enfrentan a situaciones difíciles, conflictivas, que los ponen frente a una disyuntiva que los paralizan y los hacen sentir incapacitados para elegir. 

El temor a equivocarse, elevados niveles de ansiedad, una pobre confianza en sí mismo, pensar mucho en la opinión y aprobación de los demás, dificultad para asumir responsabilidades, la necesidad de tener certezas en relación a los resultados, entre otros, son solo algunas de las variables por las cuales una persona puede tener dificultades a la hora de tomar decisiones.

PODEMOS RESUMIRLAS EN 3 RAZONES: 

1. El temor de asumir responsabilidades: asumirnos responsables de nuestros actos es positivo, sin embargo, hacerse cargo de decidir y de las consecuencias que tendrán nuestras decisiones puede generarnos ansiedad, tanta que puede llegar a bloquearnos. Es normal analizar, dudar y sentir angustia durante la toma de decisiones. La ansiedad no es un problema en sí, pero es importante estar atento para que ésta no determine nuestra decisión. 

2. Tener que renunciar a otras posibilidades: decidir siempre implicará una renuncia. Muchas veces no logramos entender ni comprender todo el esfuerzo que nos genera ya que a nivel inconsciente nos negamos a aceptar las implicaciones de la renuncia: las pérdidas. En la mayoría de los casos, cualquier decisión implicará dejar atrás una variedad de posibilidades.

3. Evitamos sentir culpa: el miedo a percibir culpa surge desde la creencia de que nuestras decisiones provocarán daño a otros o a nosotros mismos. Este miedo es capaz de producir una gran angustia en la mayoría de nosotros. El solo hecho de pensar en lo que podemos sufrir o hacer sufrir por una decisión, hace que la misma sea aún más difícil de tomar. 

¿Qué puede implicar una decisión?

1. INCERTIDUMBRE. Es difícil decidirnos cuando no tenemos certezas sobre lo que va a ocurrir, sobre todo cuando no hay una respuesta correcta o incorrecta.

2. RIESGOS. Las decisiones pueden generar consecuencias, positivas o negativas.

3. COMPLEJIDAD. Cada situación implica una variedad de causas, alternativas y respuestas. Es imposible prever con exactitud los resultados. No existe una causa y efecto que logremos determinar.

4. EMOCIONES. Las decisiones difíciles nos comprometen sentimentalmente, no siempre es posible pensar objetivamente.

¿La psicoterapia puede ayudarnos en la toma decisiones?

La psicoterapia puede ayudarnos a desarrollar y trabajar en distintos factores psicológicos que influirían en tomar decisiones de una forma más asertiva. Algunos de los factores que se pueden llegar a desarrollar dentro del proceso terapéutico son los siguientes:

1. Estrategias de afrontamiento: implica el desarrollo de la autoconfianza y lograr ser conscientes de la variedad de destrezas que poseemos para afrontar las consecuencias de nuestras decisiones. De llegar a suceder algo inesperado, poder afrontarlo, reconociendo los recursos y capacidad para hacerlo.

2. Autoestima: la estima y valoración que tengamos sobre nosotros siempre será importante para proyectarnos de forma competente a la hora de tomar decisiones.

3. Experiencia emocional: poder identificar, aceptar y manejar nuestras emociones, nos
permite valorar de un modo más objetivo las diferentes alternativas y consecuencias de
una decisión.

4. Entender nuestros estilos de pensamiento: resulta fundamental para procesar las experiencias previas a las decisiones, también para afrontar sus consecuencias. No es necesario esperar que una elección sea totalmente buena o mala, basta entender que será
lo suficientemente adecuada como para poder continuar.

5. Tomar decisiones es un proceso propio del ser humano. Es una tarea en la cual participan nuestros pensamientos y emociones, de la misma manera que nuestras experiencias y toda una variedad de elementos culturales como nuestra educación, roles, sistema de creencias, entre otros.

Es importante comprender que no existe la decisión perfecta y prueba de fallos, y que al igual que ocurre con otras habilidades, podemos entrenar nuestra capacidad para la toma de decisiones, logrando que cada vez sean más adecuadas o coherentes con nuestros objetivos y aspiraciones.

 

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