Según la última encuesta europea de salud,  son mas de 2 millones de personas que sufren de depresión en España.

La depresión es un trastorno de la salud mental que altera drásticamente la calidad de vida de quien lo padece,  pudiendo llegar, en el caso de que el cuadro depresivo sea severo, a perturbar totalmente el funcionamiento de todas las áreas de la  vida de la persona. 

La depresión lo toca todo y en ocasiones lo daña todo: El trabajo, la familia, la vida social, la capacidad para construir un proyecto de vida pleno. 

La depresión es una enfermedad que genera muchísimo dolor y sufrimiento. 

La depresión nos puede pasar a ti y a mí, a cualquiera, por eso es importantísimo que todos podamos saber cómo identificarla.

Una persona deprimida se caracteriza por tener un estado de ánimo triste, la mayor parte del día, todos los días, unido a un sentimientos de vacío y desesperanza. Una persona deprimida no tiene interés y no experimenta placer por ninguna o casi ninguna de las actividades la mayor parte del día. 

Existen algunos indicadores que muchas veces podemos ignorar o normalizar y  que realmente pueden ser señales de que se puede estar sufriendo un cuadro de depresión mayor. En este video te contamos cuáles son: 

1. NEGATIVIDAD: los pensamientos de una persona deprimida son de odio hacia sí misma, de minusvalía, de autorreproche y de culpa. De la misma manera que se percibe a ella misma percibe a los demás. No es capaz de apreciar lo positivo, aunque se lo digan. No es capaz de reconocer ni valorar lo que tiene, aunque tenga mucho. Una persona deprimida, frecuentemente no puede evitar ver el mundo desde el pesimismo. 

2. ABURRIMIENTO: una persona que está sufriendo de depresión ha perdido la capacidad de gozar la vida, de andar y hablar con normalidad. Su cuerpo y su mente están pesados, lentos. No consigue sentir placer por casi nada, ni siquiera por las actividades que más le gustaban. Por tanto, tampoco es capaz de divertir a otros ni de ofrecer energía vital a sus vínculos. 

3. POCO INTERÉS EN SOCIALIZAR: la persona que está deprimida tiene muy poca energía, su sueño no es reparador y está sumida en pensamientos de ruina y de culpa hacía sí misma. En este escenario en el que vive es posible que no te llame, que no te escriba un mensaje, que no te invite a hacer cosas. La poca fuerza que tiene la está utilizando para sostenerse a sí misma y ya esto le resulta una tarea titánica.

4. NUNCA TIENE GANAS DE SALIR: una persona que está deprimida por la propia percepción de minusvalía y desvalorización puede sentir que molesta, que es un estorbo para el otro, por eso, muchas veces prefiere estar sola y el aislamiento empieza a ser parte constante de su vida.

5. PEREZA: la depresión es un succionador de las ganas de vivir, por tanto, aunque la persona duerma mucho y haga poco, siempre se siente cansada, agotada. La cama se convierte en el lugar más seguro para estar.

6. DESCUIDO:  no se ve a sí misma como una persona valiosa para ser cuidada, tampoco tiene interés, ni fuerzas para hacer cosas y esto incluye las tareas que implican cuidar de su cuerpo, de su higiene y de su entorno. Es frecuente que una persona deprimida viva en un ambiente desordenado. 

Lo que pasa con la depresión es que muchas veces se enmascara y la persona lo puede mostrar de muchas formas. La depresión no solo se ve en alguien triste, que está llorando. La depresión se puede ver en alguien negativo, aburrido, perezoso, descuidado y/o con poca motivación para socializar. Debido a esto, es importante no juzgar a la ligera, evitar etiquetar. Observar con atención a la persona que tenemos al frente, porque puede que lo que nos esté mostrando sea un indicador de que está deprimida y de que necesita ayuda. 

Recuerda que la depresión se puede superar si es atendida por los profesionales adecuados, como son los psicólogos y psiquiatras. Si crees que tú, algún amigo o familiar está en una situación similar o se siente así ¡Pide ayuda!

En Sens podemos ayudarte. 

 

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