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¿Cuál es la diferencia entre ansiedad y angustia?

 

La ansiedad y la angustia son los nombres que se utilizan de forma indiferente para nombrar un estado de inquietud muy desagradable que afecta de forma psíquica y física a las personas. En los últimos años es una sensación que acompaña cada vez a más personas y en muchas ocasiones requiere de atención psicológica. 

Aunque se utilice la ansiedad y la angustia para nombrar lo mismo existen ciertas diferencias entre ambos términos que pueden ayudar a identificarlas mejor y buscar una mejor resolución de las mismas. 

La ansiedad, por un lado, es parte de la existencia humana, niños, adolescentes y adultos sienten un grado de ansiedad durante las diferentes etapas de su vida, por lo que la psicología la considera como una respuesta adaptativa, ya que en un momento de peligro puede ayudar a la persona a reaccionar ante un acontecimiento que puede poner su vida en riesgo. 

Cuando la ansiedad es demasiado intensa, persistente y predominante, cuando no existe una causa real que la provoca, deja de ser una respuesta adaptativa y requiere de atención psicoterapéutica.

CARACTERÍSTICAS DE LA ANSIEDAD

SÍNTOMAS COGNITIVOS

  • Anticipación de peligro inminente
  • El peligro que se percibe es indefinible e imprevisible
  • Imposibilidad de pensar de forma racional
  • Pensamientos intrusivos y desordenados
  • Miedo (de morir, de volverse loco o de perder el control)
  • Sensación de irrealidad 
  • Dificultad para decidir o concentrarse
  • Temor a que los otros se den cuenta de la dificultad

 SÍNTOMAS FISIOLÓGICOS

  • Inquietud desagradable
  • Agitación (movimientos involuntarios, necesidad de movimiento)
  • Aceleración del ritmo cardiaco
  • Sudoración
  • Falta de aire
  • Sensación de mareo
  • Tartamudeo

Se puede presentar en episodios de crisis (un alto grado de ansiedad) o de forma persistente y difusa durante largos períodos de tiempo.

Por otro lado, la angustia, no se considera un proceso adaptativo ya que no ayuda a las personas a huir o a enfrentarse a una situación de peligro, sino que paraliza. 

La persona percibe que existe un peligro en el futuro, algo que no puede controlar y por lo tanto se encuentra indefensa, considera que no tiene solución o salida y espera a que se cumpla aquello que tanto teme. Suele presentarse con un elevado grado de sufrimiento, pues no puede hacer nada al respecto. 

Cuando no hay ninguna causa de peligro real, se puede derivar de un sentimiento del devenir de la propia existencia (como en las depresiones) o en ciertos cuadros psicóticos. También se relaciona con los ataques de pánico, cuando la sensación de miedo es paralizante y sin posibilidad de que la persona actúe de forma controlada.

Los síntomas se encuentran más asociados a la desesperanza, la impotencia, incapacidad de tomar decisiones, inmovilización del cuerpo, molestias gástricas, presión en el pecho y llanto incontrolado.

Aunque existan diferencias entre la ansiedad y la angustia, pueden presentarse de forma simultánea o entremezclarse, por eso a veces es difícil diferenciarlas. En general la ansiedad presenta síntomas más vinculados con la agitación y el movimiento y la angustia puede ser más paralizante, con síntomas que inmovilizan a la persona. 

Existen múltiples causas que pueden provocar tanto la angustia como la ansiedad, siendo importante consultar cuando persisten o se sienten de forma intensa que resulta insoportable para la persona llevar a cabo su día a día de forma normal. 

 

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