Oportunidad para repensar(se)
Como mencionamos en un artículo previo, el proceso de orientación vocacional es una excelente herramienta para aquellos adultos que necesitan evaluar sus decisiones, replantear tanto su proyecto profesional como el de vida o, incluso, detenerse por primera vez a reflexionar profundamente sobre las aptitudes e intereses que se tienen. También abre la oportunidad de generar un espacio de autoconocimiento, procurando responder algunas preguntas como las siguientes:
¿qué me caracteriza?, ¿cómo me motivo?, ¿cuáles son mis deseos?, ¿qué relación hay entre lo que soy y lo que hago? En tal sentido, la orientación vocacional permitirá resolver y despejar estas u otras interrogantes y construir un plan de acción para alcanzar un estado de bienestar y (re)tomar el control sobre nuestra propia vida.
En la adolescencia solemos decidir qué carrera estudiar o qué plan profesional llevaremos a cabo. Ahora bien, en las consultas hemos observado que, en muchas ocasiones, estas decisiones se toman sin una adecuada reflexión y sin considerar las características e implicaciones que conlleva esta elección. Incluso, algunas personas delegan la decisión en familiares o mentores, pues -en medio de la incertidumbre- es muy tentador permitir que sean otros quienes hagan la elección por nosotros. Por supuesto, este manejo puede generar un coste a mediano y largo plazo, como diversas insatisfacciones, frustraciones y ansiedad, si el camino “escogido” está alejado de nuestras preferencias o si los resultados que obtenemos distan de nuestras expectativas. Cuando terminamos desempeñándonos en áreas para las que no somos del todo aptos, o que no se ajustan a nuestra vocación, es habitual que nos dominen las dificultades y que seamos infelices con lo que hacemos.
Si lo que hemos elegido para desarrollarnos profesionalmente no nos genera satisfacción, seguridad y felicidad, es común que aparezcan sentimientos de frustración o estancamiento, ya que nuestro desempeño se alejará de lo que deseamos. Pensar en que se están viviendo las consecuencias de una mala decisión, puede generarnos angustia y temor. Podemos llegar a pensar, “¿cómo voy a cambiar ahora?”, “tras tantos años ejerciendo mi profesión, ¿cómo voy a dejar todo atrás?”. Más allá de que éstas puedan ser preguntas lógicas/válidas, no deben servir de excusa para evadir la realidad; al contrario: estos cuestionamientos pueden utilizarse como un motor que impulse el inicio de un proceso de reflexión e introspección que permitirá iluminar el camino a seguir.
Señales que nos invitan a reflexionar y replantearnos nuestro proyecto laboral/profesional
- Desmotivación sostenida en el entorno de trabajo.
- Insatisfacción al realizar las actividades propias del área en la que nos desempeñamos: “otro día más haciendo esto que no me gusta”.
- Sentimientos de ansiedad o frustración recurrentes: “cada vez que pienso en el trabajo, me siento mal”.
- Desconexión entre lo que se hace y lo que se es. “Esto -a lo que me dedico- no me interesa, no se parece a lo que soy realmente”.
- Dificultades importantes para desempeñarse en el área o en actividades importantes de ésta: “no tengo los skills, nunca logro hacer bien esto yo solo”.
- Sensación de estancamiento profesional: “siento que he llegado a mi techo, no logro desarrollarme como quisiera en esta área”.
- Incompatibilidad entre valores personales y los del entorno organizacional/empresarial que caracteriza al área: “no estoy alineado con los valores de mi empresa ni del sector en el que trabajo”.
¿Por qué buscar una orientación vocacional?
Cuestionar nuestras decisiones, y el camino ya recorrido, requiere de fortaleza interna. Sin duda, construir un nuevo camino puede generar mucho vértigo y ser agobiante para la mayoría de las personas; por ello es importante trabajar en este proceso de la mano de un profesional cualificado que brinde las herramientas necesarias para recorrer el camino y ofrezca el acompañamiento emocional para gestionar -de una forma eficaz- la movilización interna que un proceso, como éste, conlleva.
¿Cómo podemos ayudarte en Sens?
En SENS contamos con una amplia experiencia trabajando con adultos en el área de orientación vocacional. Entendemos que es un proceso con diversas particularidades, por lo que no es abordado de la misma manera que cuando se trabaja con adolescentes. Es importante para nosotros conocer tu situación actual y tu recorrido profesional-laboral, para así definir tu perfil e identificar las herramientas más apropiadas que te ayudarán a reflexionar y trabajar. Nuestra intención es que se convierta en una experiencia que te permita conocerte mejor y construir -de nuestra mano- un proyecto que se ajuste a lo que deseas y con el que quieras saltar todos los días de la cama para consolidarlo.