¡Mi hijo adolescente sufre de cambios de humor! ¿Qué hacer?
La adolescencia es llamada coloquialmente como “la época del pavo”, apuntando a los cambios de humor que se dan en esta etapa. Quizás tu hijo se enfada por lo que parecen trivialidades, o llora desconsoladamente, o comienza a reírse por cualquier cosa… La pubertad y las hormonas juegan aquí su papel, descolocando al adolescente en un vaivén emocional al que tendrá que ir haciéndose.
Los cambios físicos, psíquicos y sociales que se dan en esta etapa hacen que el adolescente sea particularmente sensible a los eventos que le suceden, y además es una época de permanentes cambios a su alrededor. Durante la adolescencia las relaciones y sus avatares se vuelven muy significativos en la vida, las discusiones, las rupturas y otras circunstancias de las relaciones pueden afectar de forma trágica al adolescente. Pensemos que los adultos hemos atravesado por diversas experiencias afectivas de las que hemos podido de alguna manera arreglárnoslas, y los adolescentes están explorando un terreno nuevo en el que cada suceso es único y como tal, se vive de forma emocionalmente extrema.
¿Qué pueden hacer los padres?
Suele ocurrir que el adolescente se siente mejor entendido por sus amigos, que por sus padres. El adolescente habrá de hacer un proceso de separación de los padres para encontrar su propio lugar y por ello cobrará mucho peso su grupo de iguales como referencia para construirse a sí mismos de una manera nueva. Así, puede ocurrir que los padres sientan que no acierten nunca cuando tratan de acercarse a su hijo, que de pronto ya no parece ser el mismo, y que se enfada o ya no se encuentra tan comunicativo como antes. Tratar de ser tolerantes con estos cambios es importante, ya que el adolescente también los está sufriendo.
Es importante que sienta que los adultos están ahí, afectivamente disponibles, también marcando y explicando los límites cuando sea necesario, pero respetándoles ese espacio para pensar por sí mismos, ya que en esta etapa necesitan separarse de manera que se preparen para transformarse en los adultos que serán luego.
Les ayudará el hecho de acompañarles a pensar en las experiencias que están viviendo, a tramitar el mundo emocional que están transitando, respetando su espacio y sus propios pareceres.
Si tu hijo está de mal humor, saber que algo le ocurre y que se encuentra en esta época de inestabilidad y vulnerabilidad emocional es importante, pues la forma que tengamos de responderle marcará una referencia respecto a la manera en que ellos traten luego a los demás y también a sí mismos.
¿Cuándo acudir a un profesional de la psicología?
Todos estos cambios de humor y estas conductas son normales en la época adolescente, enfados cotidianos, mal humor, el hecho de que haya menos comunicación o pase menos tiempo con la familia, que tenga altibajos emocionales incluso a lo largo del día de tristeza, de alegría… Aunque pueda resultar problemático en la relación con ellos, normalmente es algo con lo que se puede lidiar.
Si algo de todo esto llega realmente a perjudicar la relación con los hijos, de manera que los conflictos son muy repetitivos o nunca llegan a solucionarse, o que se produce un radical rechazo a comunicarse, o si tu hijo se encuentra siempre triste o enfadado, entonces es indicativo de que está pasando por una situación muy complicada y es recomendable consultar con un psicólogo para tratar lo que le esté ocurriendo.