¿Qué hace un adolescente en la consulta de un psicólogo? ¿Cómo trabajamos nosotros los psicoterapeutas para ayudar a la familia a transitar por esta etapa de la mejor manera posible? Hablemos primero, un poco del contexto.
La adolescencia: ¿Quién soy?
Pensar en un adolescente es pensar en una persona que está atravesando una etapa difícil y compleja, que implica la vivencia de múltiples cambios en su cuerpo y en su mente, necesarios para que pueda llegar a ser un adulto. Al adolescente se le mueve todo lo que tiene que ver con su identidad, deja de ser el niño que ha sido hasta ahora y de repente, lo que abundan son preguntas, ¿quién soy? ¿qué me gusta? ¿qué quiero ser? Y es que ya no es “pequeño”, ni es “grande”, se debate entre dos mundos, el infantil y el adulto.
Los cambios van apareciendo sin su permiso y de forma descontrolada, debe apropiarse de su nuevo cuerpo, es tiempo para definir su identidad y orientación sexual.
Los padres tiene un enorme reto
En este camino aparece la necesidad del adolescente de separarse de sus padres, esto explica la tendencia al enfrentamiento y la rebeldía con ellos. Los padres dejan de ser los “super héroes” idealizados y pasan a convertirse en personas normales que pueden ser cuestionados y criticados, los amigos y otras figuras fuera de la familia pasan a ser las nuevas referencias con las cuales identificarse.
La mayoría de los padres que nos llegan a la consulta lo hacen porque sienten que la situación se les escapa de las manos y que su hijo adolescente, por el deseo de conocer cosas nuevas, se pone en riesgo física y/o psicológicamente. El reto que tienen los padres es el poder lograr un equilibrio en la relación: abrir el espacio para que su hijo pueda diferenciarse de ellos y encontrarse a sí mismo, al mismo tiempo que cuidan de él y establecen los límites que le permitan sentirse seguro y no abandonado. No hay duda de que puede resultar una etapa compleja, de gran vulnerabilidad para todos, es por ello que los psicoterapeutas nos dedicamos a que, tanto padres como hijos, se sientan acompañados y comprendidos, construimos enlaces que permitan a padres e hijos, transitar esta etapa.
Como padres es recomendable estar atentos ante cambios bruscos en sus hábitos o rutinas, excesivo mal humor, cambios de amigos, o ante la aparición de síntomas más claros como cortadas, agresividad excesiva, sospecha de consumo de drogas, promiscuidad sexual, sospecha de bulimia, anorexia, depresión y/o ansiedad. Cuando aparecen estas conductas de riesgo o se producen estos cambios es recomendable pedir ayuda a algún especialista.
¿Cómo funciona la consulta con los adolescentes?
Como psicólogos trabajamos en la construcción de un espacio de escucha, un lugar confiable donde pueda expresar sus emociones y angustias sin temor a ser juzgado, un lugar donde pueda manifestarse a través de diferentes lenguajes: hablando, jugando, escribiendo, relatando sobre sus intereses musicales o deportivos.
Le facilitamos el poner en palabras y dar nuevos significados a todas las cosas que le están pasando. Nos comunicamos con él a su nivel, desde sus intereses y preocupaciones, sin imponernos como figura autoritaria, pero manteniendo nuestro rol de terapeutas. Esto nos permite discutir y hacer señalamientos importantes sobre sus comportamientos y experiencias, sin cuestionarlos o imponerles discursos, pero abriendo un lugar para el cambio y facilitando la toma decisiones.
De esta manera, poco a poco vamos recorriendo de la mano del chico o la chica este camino hacia la adultez, a la vez que acompañamos a los padres a reconocer a este nuevo hijo, el hijo adolescente que lejos está del chiquillo que hace muy poco se alegraba, solo de jugar con ellos.