En terapia de pareja es común encontrar situaciones en la que uno o ambos miembros se sienten excesivamente dependientes de la relación. Paradójicamente, en muchas ocasiones esta dependencia contribuye a que la relación se sienta más asfixiante y que haya un distanciamiento emocional. Por ello, es importante entender qué origina y sostiene esta sensación de dependencia excesiva.
¿Cuál es el origen de la dependencia?
Tanto en la pareja como las relaciones sociales se repiten las dinámicas y mecanismos emocionales de la infancia y de la relación de dependencia con las figuras paternas. Cómo se establece la relación de apego y de dependencia en los primeros años de vida influye en los miedos y las fortalezas de las futuras relaciones como adulto. La relación de pareja es una relación de amor en la que hay dependencia real, ya sea tanto económica como emocional. Uno pone mucho peso en la relación, hasta el punto de ser capaz de negarse algo a sí mismo o de sacrificar una parte de su bienestar por el otro. Cuando esto sucede de un modo equilibrado, podría decirse que existe una dependencia sana. El problema surge cuando la dependencia se vive como excesiva, es decir, uno siente que sin el otro se acaba la vida.
En la infancia existe una relación de dependencia real hacia los padres. Se depende de ellos para lo más básico, como puede ser comida y protección, así como para la contención emocional. Si los padres no alimentan al niño, no lo consuelan y acompañan, la vida del niño correrá peligro. La manera en que los padres vivan y sostengan esta dependencia es crucial para el desarrollo del bebé.
En ocasiones esta dependencia no es escuchada. Esto hace que el niño se sienta excesivamente desprotegido, haciendo que no pueda confiar en las figuras de las que depende. Puede ocurrir que este niño, en la vida adulta, tienda a evitar situaciones en las que sienta que depende de los demás. Incluso puede evitar tener una relación de pareja para no enfrentarse a la angustia que genera depender de otro y no tener control sobre la relación.
En otras ocasiones los padres pueden, por el contrario, fomentar la dependencia, inhibiendo el comportamiento autónomo del niño. En este caso, los propios padres tienen dificultad con su propia sensación de dependencia la cual proyectan en el niño. Así, compensan los dependientes que se sienten ellos mismos haciendo que su hijo no se separe de ellos y tenga la sensación de que los necesita para sobrevivir. Esta actitud frena el crecimiento emocional del niño, haciendo que se sienta incapaz de estar solo, aunque en realidad sea suficientemente autónomo. En estos casos es muy probable que el niño desarrolle una dinámica en la que tienda a someterse mucho al otro y a idealizarlo, porque siente que sin él no puede vivir.
Consecuencias de la dependencia excesiva en la pareja
En la relación de pareja la dependencia excesiva se traduce en un miedo desbordante ante la separación y la pérdida. Se genera una dinámica de angustia y de necesidad de control. Existe mucha angustia de que el otro pueda abandonarle. Eso significaría inconscientemente una muerte psíquica, ya que se ven incapaz de sobrevivir emocionalmente por sí mismo. Cuando esto ocurre, la persona tiende a buscar el control en las relaciones de pareja y a necesitar asegurarse constantemente de que el otro no le va a abandonar. El efecto de esta demanda de reaseguración constante puede producir una sensación de asfixia en el otro miembro de la pareja. Por ello es posible que cuanto más insista uno en controlar la relación, más necesite el otro alejarse para no sentirse controlado.
Paradójicamente, otra consecuencia de la dependencia excesiva puede manifestarse como lo contrario, es decir, como un desapego excesivo. Cuando el miedo a la pérdida es muy intenso puede generar una situación claustrofóbica en la relación. La persona siente que se tiene que alejar del compromiso y de la responsabilidad de la relación. Pueden incluso surgir situaciones de infidelidad, en una búsqueda de posibles opciones que rebajen la angustia de depender de su pareja.
La dependencia en terapia de pareja
Aunque un miembro de la pareja exprese la dependencia y el otro la parte más independiente de desapego, hay que tener en cuenta a la pareja como un todo. Es decir, seguramente ambos miembros sienten una dependencia excesiva, solo que uno de ellos expresa la parte de miedo a la pérdida, y el otro expresa la necesidad de huir de la angustia que genera esa dependencia.
Es por ello que en la terapia es importante tener en cuenta a ambos miembros como un todo y analizar esta dinámica que seguramente remite algo que ambas personas han vivido a nivel individual. La terapia de pareja ayuda a identificar estas dinámicas y a entender cómo contribuye a ellas cada miembro de la pareja.