En la actualidad el ritmo del día a día suele ser vertiginoso. La vida transcurre en medio de rutinas y múltiples tareas. El tiempo de silencio es escaso, y es raro cuando no es interrumpido por alguno de los muchos estímulos que, minuto a minuto, nos entretienen.
Ésta forma de vivir tiende a orientar nuestra mirada hacia el afuera. Nos enfocamos más en la imagen que proyectamos a los otros, que en el cómo nos sentimos interiormente. Estamos tan llenos de cosas, que queda poco espacio para preguntarnos y reflexionar acerca de nosotros mismos.
Ahora bien: ¿para qué reflexionar o pensar sobre nosotros mismos?
El ser humano es un sistema conformado por dos elementos principales: el cuerpo y la mente. Como cualquier sistema, éste funciona si ambos elementos son atendidos en sus necesidades. Así como el cuerpo se enferma si no lo cuidamos, la mente también se enferma. Por ello, para que existan personas más saludables y satisfechas es primordial abrir un espacio para cuidar la mente.
¿Cómo podemos comenzar a cuidar nuestra mente?
La psicología es una de las áreas que invita a la persona al terreno de lo propio, de lo individual y de lo íntimo. Desde la psicoterapia los psicólogos ofrecemos un lugar de calma y contención para que la persona pueda encontrarse con sus pensamientos, sentimientos, frustraciones y deseos. Los psicólogos facilitamos un lugar para pensar en eso que somos y en aquello que queremos, todo esto con el objetivo de abrir paso a la construcción de nuevas respuestas que sean agentes de cambio para el bienestar personal.