La semana pasada nuestra psicóloga Marcela González tuvo la oportunidad de conversar con Cristina Delgado Psicólogo y Psicoterapeuta, especialista en rutinas de sueño y dinámicas familiares. Conversó sobre el impacto en los niños de la situación generada por el COVID-19 y el confinamiento. Y específicamente nos dio varias recomendaciones para acompañar a los más pequeños de la casa ahora que sus rutinas se han visto tan afectadas. 

En los últimos meses, nuestra vida ha cambiado en muchos niveles, las rutinas se han alterado totalmente y se han perdido espacios que brindaban momentos placenteros. Cristina nos plantea que en estos momentos es importante dar foco a construir una dinámica que nos funcione, atienda a lo que vivimos en el día a día y a las necesidades de tus hijos. 

Recogemos aquí algunos de sus MENSAJES PARA LOS PADRES:

Reconoce tus recursos

Como padre es importante que puedas valorar las estrategias que has conseguido, todas estas fórmulas que has desarrollado para poder funcionar en estos tiempos hablan de tus recursos internos y de tu capacidad de adaptación. Poder reconocerlo también te permitirá ver que cuando ocurra otro cambio, podrás desarrollar nuevas estrategias y como familia lograrán adaptarse. 

Cuídate

Tú también te encuentras sobre exigido y viviendo una situación que genera angustia y de la cual no tenemos referencias de cómo manejar. En la medida de lo posible, busca espacios para descansar y pensar en cómo te sientes. 

Los niños también lo están viviendo

Sin duda la situación te afectará y los niños lo percibirán. En este momento entre tanta dificultad es importante que puedas ponerle un nombre a la vivencia y a las emociones que están experimentando como familia. Tú hijo puede aprender muchas cosas junto a ti a partir de esta situación: (1) a reconocer sus propias emociones (2) que es posible hablar y pensar sobre lo que sentimos. (3) qué estrategias puede aplicar para manejar situaciones difíciles. 

Es importante poder reparar

Habrá momentos difíciles, de conflicto, donde la situación no fue lo que hubieras deseado. En ese momento, transmítele a tu hijo que se puede reparar, y que juntos pueden encontrar la forma de resolver la situación. 

 

La vuelta puede ser difícil

La vuelta del confinamiento está en el deseo de todos, sin embargo, ¿cómo volvemos? Con guantes, mascarilla y distanciamiento social. Esto puede ser muy raro para ellos y generarles temor, dado que lo que considerábamos una amenaza, aún sigue presente. Esto puede hacer que en algunos casos salir sea un poco más difícil. Cristina nos planteó unas estrategias para ayudarlos que les brinden una sensación de contención: 

  1. Establece con tu hijo un objetivo para la salida y cuando lo logren volverán a casa. Por ejemplo, conseguir una flor, ver algo en particular, etc. Esto puede darle una sensación de seguridad y le permite enfocar su mente en algo puntual y quitar el foco de la sensación de amenaza. 

  2. Para algunos niños puede funcionarles mejor utilizar distracciones sensoriales (música) o táctiles (un peluche). 

LAS RUTINAS DE LOS NIÑOS 

Todos hemos vivido como nuestra rutina se vió afectada completamente, los niños también lo están viviendo y además pueden ver cómo sus padres están pasando por momentos de mucha tensión. Tengamos en mente que para un niño su rutina es esencial, le brinda control, seguridad y lo ubica en un espacio temporal. Y cuando pierden este marco les cuesta entender lo que está pasando y se pueden sentir un poco ansiosos. 

¿Cómo deben ser las rutinas ahora? Muchos padres nos cuentan que a sus niños les está costando estudiar, irse a la cama, limitar el tiempo en pantallas, muchas cosas resultan más difíciles. En este momento de tanta incertidumbre, en algunos casos puede ayudar mantener una rutina un poco más rígida, o predecible, en otros, puede ser necesario ser más flexible de lo normal. Para decidir esto es importante que puedas evaluar como familia qué les puede brindar más seguridad y contención en un momento como este, y que como padre evalúes cuáles son tus prioridades y qué necesita tu hijo. Ten en cuenta que las rutinas funcionan siempre y cuando los padres sientan que son rutinas productivas y no militantes.

Cuando tienes una rutina buena, adecuada y respetuosa, mientras más estructurada sea, más fácil será volver a introducirla si se ve alterada por una crisis (cambios, enfermedad, etc). Es probable que haya una protesta al principio pero ellos conocen su rutina y en cuestión de poco tiempo podrán volver a ella.  

  Cuando las rutinas de los niños se ven afectadas una de las cosas que empieza a alterarse es su sueño. La ansiedad, las preocupaciones y la falta de estructura se puede traducir en pesadillas, insomnio y dificultad para conciliar el sueño. En estos momentos cuando los niños están estresados necesitan más contención y necesitan más de tí. Te dejamos aquí unas recomendaciones para ayudar a mejorar su sueño.  

 

RECOMENDACIONES PARA AYUDAR A TUS NIÑOS A DORMIR MEJOR: 

 

  1. Intenta que los períodos en los que está despierto se utilicen de manera productiva. Si tu niño no descargó la suficiente energía, no está lo suficientemente cansado y le costará llegar a un estado adecuado para conciliar el sueño. 

  2. No ofrezcas cafeína ni estimulantes a tu niño. 

  3. Cuida las pantallas 1 hora antes de dormir, si es posible 2 horas genial! 

  4. Puedes intentar ofrecer para la cena comidas que faciliten la conciliación del sueño y ayuden a la producción de melatonina. 

  5. Cuida que no se vaya a la cama sobre cansado, dado que le costará más dormir y su sueño tendrá menor calidad. Con la falta de rutinas puede suceder que los períodos de vigilia se extienden y duerme menos porque se está acostando tarde. 

  6. Lleva a cabo una rutina del sueño que ayude a ir tranquilizando a tu niño. 

Dos cosas que puedes incluir en la rutina de sueño: 

  • Un baño, dado que a nivel físico esto hace que el cuerpo se relaje.

  • Incluye una Una actividad tranquila (cuento, música, historia, cariños) 

  1. Busca acompañar a tu hijo a que se quede dormido de manera independiente. Si es posible acuéstalo cuando aún esté somnoliento y retírate gradualmente, esto lo ayudará a aprender a dormirse solo y favorecerá a su autonomía. 

  2. Intenta durante la noche tener la mínima interacción posible. 

  3. Enfócate en el sueño de la noche, consolidar ese sueño ayudará a que duerma mejor en el día.