Son muchos los autores que citan la adolescencia como un periodo evolutivo crucial del desarrollo humano. Esta etapa supone una serie de hitos que enfrentan al adolescente a una serie de crisis que le permiten alcanzar una sensación de independencia, aceptar su imagen corporal, consolidar su identidad e integrarse a la sociedad. Erik Erikson, autor de referencia de la psicología del desarrollo, describía la dificultad de transitar por esta etapa mostrando la crisis de identidad que se genera al pasar de la infancia a al adolescencia, donde el joven no solo debe crearse una nueva representación de su cuerpo, sino que también debe crear una nueva identidad acorde a las exigencias del sistema cultural en el que se encuentra.
Los adolescentes dentro del colectivo LGBTI+ enfrentan los mismos desafíos evolutivos que sus pares heteronormados, sin embargo, se diferencian en que deben lidiar con prejuicios, y discriminaciones por parte de sus compañeros o, incluso, rechazo por parte de su familia. Así, resalta el papel fundamental que tiene el contexto sociocultural en la formación de la identidad; el colectivo, debe enfrentase con una serie de creencias que tienden a desvalorizar la diversidad sexual, entre ellos la homofobia o el heterosexismo.
Los padres juegan un papel importante en este proceso de cuestionamiento, tanto de la identidad sexual como de la orientación sexual. Una amplia gama de estudios y autores, han reflejado que existe una relación entre la aceptación y el apoyo familiar con el bienestar psicológico, mejores estrategias y habilidades sociales. En otras palabras, se ha encontrado que la aceptación parental actúa como un factor protector para jóvenes LGBTI+, ya que favorece el desarrollo de una identidad firme.
Parte de lo complejo de este proceso, es que muchos padres comienzan a vivir un proceso similar al de sus hijos, se inicia un ciclo de cuestionamientos personales y familiares donde deben enfrentarse a sus propios prejuicios para encontrar como comportarse frente a sus hijos. Debido a esta dificultad, se enlistan una serie acciones sobre como acompañar en los adolescentes en esta etapa tan Vital:
- Infórmate: consultar fuentes fiables ayudará a desmentir mitos y prejuicios que enfrentan las personas de la comunidad LGBTI+. Muchas padres se enfrentan a una realidad que desconocen y necesitan educarse para poder fomentar una realidad más empática y abierta a la diversidad. Resulta de ayuda acudir a organizaciones y fundaciones dedicadas a promover los derechos y la inclusión, ya que ayudan normalizar la experiencia de las personas LGTBI+.
- Mantén una comunicación abierta: fomenta una comunicación abierta y Resulta crucial entender cómo se siente y qué piensa, por lo que se debe abrir espacios para conversar. El silencio u ocultamiento puede ser interpretado como vergüenza, animáte a hablar con ellos, y pregúntales en qué medida puedes hablar con otros sobre este tema, pues también se debe respetar su intimidad.
- Crea un espacio seguro: al informarse y comunicarse, se busca promover un lugar de aceptación y seguridad. Por tanto, para mostrar que se dispone de un lugar seguro, se deben respetar una serie de condiciones:
- Respeta su identidad, utilizando su nombre y nombres elegidos, así como también de otras personas cercanas.
- Evita comentarios negativos y discriminatorios. Escuchar sin emitir juicios puede resultar difícil, pero es necesario escucharles y hacerles saber qué valoras sus sentimientos.
- Refuerza los acercamientos y la apertura Muchos jóvenes pasan por procesos complejos para lograr comunicar lo que se sienten, es importante hacerle sentir que estas allí como su aliado, y proporcionarás la ayuda que necesiten.
- La conversaciones deben ser espontáneas y ligeras, por lo que se debe no tratar de insistir. Los adolescentes necesitan espacio y consciencia de apoyo.
- Busca ayuda: no todo el mundo necesita del mismo apoyo, pero algunas familias pueden verse beneficiadas por acudir a un servicio de atención psicológico. Un terapeuta permitirá reflejar y modificar aquellos prejuicios que surgen ante la diversidad sexual, así como también elaborar sentimientos de culpa y poder trabajar dinámicas familiares conflictivas.
