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Abuso sexual ¿Cómo proteger a nuestros niños?

La cortesía, la familiaridad y las “buenas costumbres” muchas veces suelen ser enemigas de las estrategias básicas que se le deben enseñar a los niños para protegerse de posibles abusos sexuales. Si, has leído bien, la FAMILIARIDAD, la mayoría de las situaciones de abuso sexual infantil son efectuadas por personas que tienen un vínculo muy cercano con la víctima y se aprovechan de esta cercanía afectiva para propiciar situaciones donde la intimidad es utilizada en contra del niño. El niño siente que ante personas que son tan “familiares” y “queridas” por toda su familia debe guardar cierta lealtad e incluso, muchas veces, ni siquiera sospecha que los primeros actos lascivos (intentados por el abusador) son incorrectos, y que, por tanto, tiene derecho a detenerlos.

Con frecuencia enseñamos a nuestros hijos que con las personas cercanas (y a veces ni tanto) deben comportarse de manera respetuosa, deben obedecer, sin contradecirlos. Esto lo hacemos porque la cultura nos enseña que una manera de demostrar afecto por parte de los niños es ser sumiso ante la autoridad y evitar “revelarse” ante esta. Este tipo de conductas, de manera indirecta, generan estilos de relación con los adultos que ante situaciones de maltrato o abuso, inhiben la posibilidad del niño para protegerse.

A continuación dejo algunas recomendaciones para los padres que pueden ayudarles a que sus pequeños desarrollen progresivamente mejores estrategias para su autocuidado:

  1. Deja claro, con nombre y apellido, cuáles son las partes íntimas: Vagina, pene, culo y pechos o tetas (en las mujeres).
  2. Háblales de la importancia de la privacidad de sus partes íntimas. No importa la edad que tenga, mientras más pequeños mejor, desde que son bebés es importante poner en palabras el respeto que se debe tener frente a las partes íntimas.
  3. Frases como:
  • Voy a lavar tu vagina, solo mami y papi (puede incluir a la abuela y docente, pero no incluya a muchas más personas) pueden hacerlo y solamente es para asearla, para más nada. Nadie más puede tocar tus partes íntimas.
  • Llegará un momento en donde solo tú te limpiarás y tocarás tus partes íntimas y nadie podrá hacerlo sin tu consentimiento.
  • Si alguna persona, no importa quien, intenta tocarte alguna de tus partes íntimas o te pide que tu lo hagas dile que NO y busca inmediatamente a algún adulto de “confianza” para contarle lo que ocurre.

4)  Define con el niño quienes son las personas de confianza.

5) Asegúrale que siempre confiarás en su palabra.

Algunas otras sugerencias:

  6)  Nunca obligues a un niño a besar, a demostrar afecto físico o a recibirlo. Una cosa son los buenos modales y otra cosa es promover el uso del cuerpo como forma de expresión afectiva

  7) No desnude a su hijo en lugares públicos. Enséñele que su cuerpo debe ser tratado de manera privada.

La sexualidad forma parte de la vida, del desarrollo humano. En la medida en que somos capaces de integrarla dentro de nuestras conversaciones cotidianas, estamos dando “permiso” para hablar sobre estos temas que suelen ser incómodos de abordar para las familias.  Este trabajo comienza desde que el bebé está en la tripa, desde la revisión personal de nuestra relación con la sexualidad: Manos a la obra. Si queréis en Sens te podemos echar una mano.

 

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