centro de ayuda psicológica para migración

Tradicionalmente las escuelas han estado asociadas al aprendizaje académico y cognitivo. Su estatus suele estar basado en su capacidad para formar alumnos capaces de manejar una serie de contenidos académicos: Lengua, matemáticas, ciencias, historia. Poco se habla de su principal función: La formación socioafectiva de los alumnos.

Formación Socioafectiva

En la escuela aprendemos todos los valores necesarios para convivir en la sociedad. La tolerancia a las diferencias, el respeto, habilidades para resolver conflictos son tan solo algunos de los aspectos que deberían ser objetivos fundamentales para trabajar con los niños en aula.

En un mundo donde nos cuesta tanto ponernos de acuerdo y la guerra surge como primera opción para resolver problemas políticos y sociales, surge la necesidad de crear espacios que permitan formar ciudadanos con capacidad de ser sensibles ante las diferencias. Que puedan ver belleza y oportunidad en ellas y no sientan que son una amenaza para su estabilidad, para su vida. Por eso hemos querido resaltar el papel que también tiene la escuela en fomentar el bienestar psicológico de los niños.

6 ideas para construir una escuela plural

Esto se puede promover en las aulas de la siguiente manera:

  •    Haciendo presente el valor de las diferencias durante la jornada escolar: En qué somos diferentes, los beneficios de ser diferentes, el valor de la diversidad
  •    Invita a tus alumnos a investigar acerca de las “diferencias” en su familia: Diferencias de raza, de modos de pensar, de nacionalidad, de clase social, color de piel, de ojos, de gustos gastronómicos.
  •    Una vez que se identifiquen las diferencias, propicia espacios donde expongan los aspectos que tienen en común. Los gustos, disgustos, modos de relacionarse.
  •    Realiza proyectos de aula donde tus alumnos investiguen acerca de las diferencias de acuerdo a alguna cultura en específico.
  •    Si hay algún niño que pertenezca a otra religión o cultura, dale la oportunidad de hacer una exposición o compartir algunos aspectos típicos de su cultura. Por ejemplo que traiga algún dulce típico de su región o que describa el modo en que celebran ciertas tradiciones como la navidad.
  •    Sé sensible ante las diferencias culturales para interactuar con los otros. Depende de la cultura, puede haber particularidades en el tipo de acercamiento y modo de resolver problemas. Ten presente estos aspectos en el trato cotidiano con el niño y sus padres y muestra respeto ante sus características.

Lograr comunidades inclusivas y escuelas culturalmente sensibles es una responsabilidad que nos compete a todos aquellos que nos vinculamos con la educación, incluidos los padres. Vamos a construir espacios donde entremos todos. ¿Te animas?

Apostemos y hagámonos responsables del desarrollo psicológico sano de nuestros niños.

Si quieres comenzar y no sabes cómo en Sens te podemos ayudar.

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